Hoy continuamos explorando nuestro jardín.
Ahora el secreto ha sido revelado, ahora podemos disfrutar de los senderos que nuestro jardín interior dispone para nosotros, para caminar por recuerdos, momentos felices, para sentarnos en algún banco de alguna hermosa vereda y disfrutar del aroma de las hermosas flores.
Hoy hemos empezado cantando el mantra OM tres veces para sintonizarnos con la energía y con la paz en nosotros, para luego ir despertando nuestro templo, nuestro cuerpo, mostrándole todo nuestro respeto y agradecimiento… Las asanas y los suspiros han sido los grandes protagonistas del evento para, poco después, comenzar a explorar el Jardín con el que trabajábamos la semana pasada. Ahora he traído imágenes de las flores que las yoginis y los yogis me propusieron y hemos colaborado entre todas para que cada flor lleve consigo un principio, una cualidad, un valor…
Y entonces hemos dicho que las campanillas -los vinagrillos- son el buen gusto, que la rosa blanca es la pureza, que la alcachofa es el agradecimiento, que la flor de azahar es el amor, que el clavel granate es la familia, que las amapolas son la tranquilidad, que la margarita es el perdón… Cada flor con su elemento, con su principio, con su momento…
Hemos terminado con una relajación donde visitamos el jardín que tenemos, y recordamos la importancia y el valor de cada elemento del mismo…
Disfrutando, un día más de este espacio de relajación y de confort, tomando todo lo bueno que hay en cada una de ellas y trayéndolos hacia mí y procurando que reciban algo de lo bueno que también hay en mí.
Hemos terminado con una sonrisa y un deseo de volver a vernos pronto.