El arte de pensar, de José Carlos Ruiz

El arte de pensar, de José Carlos Ruiz, es un libro que, de una manera ágil, sencilla y cercana, nos acerca el pensamiento de grandes filósofos de la historia a nuestra vida actual. Nos encontramos en un momento histórico donde el hiperindividualismo, la incertidumbre y los constantes cambios han dado lugar a que nos sintamos perdidos, desubicados, ansiosos, infelices, y eso ha generado el negocio del siglo 21: la búsqueda de la felicidad. Sin embargo, José Carlos Ruiz nos invita a dejarnos de píldoras mágicas y volver a los grandes pensadores de la historia para construir por nosotros mismos esa ansiada felicidad.

Una mirada hacia nuestros filósofos

“Nadie es profeta en su tierra”, dice el refrán. Y esto mismo a veces nos pasa con las personas que nos dedicamos al yoga y que nos interesamos por su filosofía. Resulta que conocemos al dedillo las grandes eminencias de la filosofía de la India y de Oriente, que nos asombramos con su manera de ver el mundo que consideramos tan peculiar y diferente a la de nosotros y, de algún modo, terminamos rechazando u obviando -o simplemente desconociendo- nuestro propio bagaje filosófico y cultural.

Y entonces nos perdemos a Spinoza, a Platón, a Epicteto, a Diógenes Laercio, a Séneca, a Marco Aurelio, a Nietzsche, a Kant, a Montaigne… en cuyos escritos o en cuyos pensamientos encontramos trabajados y atesorados muchas de las grandes cuestiones que descubrimos con asombro en la filosofía oriental. De hecho, desconocemos que incluso algunos de ellos pudieron servir de fuente por ejemplo al propio Buda o a Pañtajali.

Así que creo que es responsabilidad nuestra acercarnos también a la filosofía de nuestro mundo, de nuestra cultura y nuestra historia. Porque lo merecemos, para conocernos a nosotros mismos y porque si somos profesores de yoga, debemos también educar con inteligencia.

LA FELICIDAD: El negocio del siglo 21


Quién nos iba a decir que en pleno siglo XXI la felicidad se convertiría en un instrumento de tortura.

El arte de pensar, de José Carlos Ruiz

En los últimos tiempos podemos ver cómo todas estas nuevas figuras han vivido un gran crecimiento.

Yo creo que tienen -tenemos- cierta utilidad. De esa ingente cantidad de libros de autoayuda , algunos (no todos), te ayudan pues quizás a cambiar ciertos aspectos de tu visión del mundo (y que quede claro que no hablo de El alquimista de Coello), y está bastante bien… pero ya está. Ya enredarse en continuar leyendo todas esas promesas, al final lo que te generan es un estrés tremendo.

El caso es que observo un montón de veces cómo algo que ya existía desde hace siglos, ahora se nos vende como algo novedoso. El mindfulness mismo, o de cómo, quitando lo divino a un sutra, pues monto un buen negocio de autoconocimiento. Perdonad que sea dura en este sentido y con el mindfulness en concreto, pero para mí esta técnica ha sido como extirpar el aroma a una flor. Tenemos la mala costumbre de no aceptar lo que hay e intentar adaptarlo a lo que yo quiero y me gusta, porque así es más fácil de digerir, porque así se adapta a cualquier persona. El mindfulness no es otra cosa que tomar las enseñanzas del Dhammapada y extirparles su belleza para que te quede pues un esquema que puedes practicar, que tienes beneficios pero que cuando quieres darle un sentido, te encuentras con un vacío absoluto.

Y eso hace que nos olvidemos de las fuentes, de los orígenes y de que muchas de las cuestiones que nos preguntamos ahora, ya se las preguntaron otros en su momento, y nos dejaron sus respuestas y conclusiones.

Y ahora, que vivimos en una época donde prima el conocimiento interior, el superar los obstáculos, el ser felices, etc. Nos encontramos con la sensación de estar a la deriva y que esa deriva se aprovecha. Si observas a tu alrededor y por las redes, ves que hay coaches, terapeutas, profesores de yoga, profesores de mindfulness por todas partes… y aunque a mí no me gusta enmarcarme en esta cantidad, porque yo me rebelo ante la idea de que el yoga solo se circunscriba a una práctica de relajación… pues se podría decir que yo también. Ofrecemos una nueva vida, un nuevo enfoque, grandes revelaciones para encontrar la paz interior… Y sin embargo, en realidad resulta que no hemos descubierto nada que no haya sido ya dicho.

Buscando buenos libros para pensar


Obsesionados con la felicidad encapsulada en pequeñas raciones. El sistema ha logrado prefabricar una idea popular de felicidad instantánea y soluble asociada al hiperconsumo, tanto emocional como material.

El arte de pensar, de José Carlos Ruiz.

Como habréis adivinado por la chapa que os estoy soltando, una de las ideas que tengo es dejar a un lado tantos gurús, tantos libros y tantos mensajes de autoayuda y conocer lo que realmente ha sido pensado, meditado, experimentado. Para mí esos libros son como leer best seller de verano: lectura sencillita, sin complicaciones, con algún elemento sorpresivo y poco más, y por otro lado, leer una obra de la literatura universal, obras que te marcan, que te remueven por dentro, que te dejan huella, que, en definitiva, son literatura.

Lo veo del mismo modo: libros de autoayuda que te hablan de cosas que te dan consejos de estos que dices: “¡hostias, me acaba de resolver la vida! “ pero que, en realidad, solo son como caramelos de azúcar para tu cerebro; y luego están las grandes obras donde las ideas no son azúcar, sino que incluso pueden estar envueltas en una capa de hiel, pero que te hacen reflexionar, meditar, experimentar, y que cuando las has explorado, te transforman.

Encontrando “El Arte de Pensar”

… Y es en esta idea, de acercarme a nuestros sabios que, por casualidad, descubro el libro El arte de Pensar. Al informarme más sobre este, veo que se trata de una obra en la que, a través del pensamiento filosófico, nos ofrece muchas de las respuestas que solemos buscar en el yoga, en el mindfulness, en las terapias, en los coaches, etc. Y que nos da la sensación de que se trata de algo novedoso.

Lo primero que me llama la atención del libro es su título y que tiene que ver con la filosofía: El arte de pensar. Cómo los grandes filósofos pueden estimular nuestro pensamiento crítico. Es decir, aúna varias cuestiones que a mí me interesan: pensamiento, reflexión y filosofía.

El autor comienza a explicarnos la necesidad que tenemos de activar nuestro pensamiento crítico. Esto es, no actuar como embudos que tragamos cualquier cosa y la aceptamos como verdadera o cierta, sino pasarlas por un filtro de cuestionamientos.

Recibimos toneladas de información a diario. Una cosa desorbitada, exagerada… Y sin embargo, no tenemos la capacidad de ser críticos. Tú vas mirando el Facebook, y alguien publica cualquier chorrada sobre un político -aunque sea el fake más obvio del mundo- y tú ahí, diciéndote “¿Pero cómo es posible?!” y compartiendo la publicación. De dónde viene la fuente, si es cierto o no, eso es lo de menos. Si está en Facebook es porque será verdad. Y quien dice Facebook dice cualquier red social o cualquier medio de comunicación.

Es curiosísimo que ahora que tenemos tooooda la información del mundo en nuestras manos, es el momento en que más manipulados podemos ser y que menos crítica hacemos de la información que nos llega. Y esto pasa en el facebook y pasa en tu vida.

¿Y de qué manera podemos evitar que nos siga pasando esto? Pues como bien señala el autor, a través del uso del pensamiento crítico. A través de la reflexión, dejar de tragar cualquier cosa que nos echen y comenzar a cuestionarnos.

El pensamiento crítico: construyendo nuestra felicidad a través de la filosofía


La verdadera ayuda no consiste en hacer lo que otros nos dicen que tenemos que hacer, sino más bien, en aprender a desarrollar el pensamiento crítico por nosotros mismos, desde nuestras circunstancias, con nuestra perspectiva y tomar las decisiones que más convengan teniendo siempre en cuenta el contexto.

El arte de pensar, de José Carlos Ruíz

Y este será el pilar de toda la obra. Con la ayuda del pensamiento de Kant, nos expone la importancia de pensar críticamente, de cuestionarse las cosas, la realidad, lo que somos, lo que hacemos, para, de ese modo, poder ser más felices. Usar la mente, el pensamiento, la reflexión.

Y es así cómo nos ofrece capítulos con diferentes cuestiones que, a través de reflexiones de filósofos de todas las épocas y también de estudios e investigaciones, José Carlos consigue ir resolviendo: la ira, la culpa, la autoestima, la valentía, la zona de confort, el éxito, el fracaso… Esto hace que no estemos frente a un libro de autoayuda, sino que de verdad hay una solidez, una base. No es que alguien haya aprovechado el tirón de las redes para difundir un mensaje florido pero etéreo sino que que hay asentamiento, hay un pensador -o un estudio- detrás.

Lo que me ha incomodado del libro

De todas maneras, también hay cosas para criticar. Sí que es verdad que se sustenta en la filosofía, pero, al final, no deja de hablar de la misma idea: ser felices, alcanzar la felicidad. Y en esto tampoco se diferencia mucho de los libros de autoayuda, de los coaches, de los profesores de yoga, del mindfulness, etc. Así que, al final, también se ha montado en la ola de la felicidad y de todo el merchandising que la acompaña.

Pero claro, puestos a elegir, pues oye prefiero que quien me dé consejos sea uno de los grandes pensadores de la filosofía y no cualquier persona que ha aprendido cómo entrenar mediante algún curso o algún máster.

El arte de pensar: resumen final

Su lectura es fácil, ágil, amena y entretenida. Es un libro que trata de ser cercano con cualquiera que acceda a él, que trata de llevar la filosofía a lo cotidiano, al día a día, sin florituras ni parafernalias. Así que para enriquecer tu punto de vista, para abordar temas que hoy nos traen de cabeza, y que nos llevan por los senderos de la ansiedad y la depresión, desde nuestra propia cultura, nuestra propia historia. Que te ayuda a cuestionarte tu realidad, y si realmente, como hoy nos quieren hacer creer, todo depende de nosotros.

Tienes el libro disponible en Amazon.

Breve biografía de José Carlos Ruiz

Jose Carlos Ruiz (aquí su twitter) es profesor de filosofía en la Universidad de Córdoba y en EE.MM. En la Universidad de Sevilla se licencia en Filosofía y concluye sus estudios en la Universidad de la Sorbona (París). Se doctoró en Filosofía contemporánea con una tesis sobre el hiperindividualismo. Es especialista en Pensamiento Crítico y ha dirigido cursos sobre Educación Crítica Visual y el uso del Pensamiento Crítico en el Aula. También investiga sobre Filosofía de la Cultura, el análisis de la Sociedad Hipermoderna y la aproximación de la Filosofía a lo cotidiano. Otras publicaciones son: .De la categoría de lo social hacia la categoría de lo individual (UCO, 2010), Historia de la Filosofía (McGraw-Hill, 2013) y De Platón a Batman: Manual para educar con sabiduría y valores (Toromítico, 2017).

2 Comentarios

  1. Pablo

    Hola buenos días. He leido y escuchado tu comentario sobre el libro sobre José Carlos Ruiz. Respecto a tu crítica del libro estoy de acuerdo en parte. Creo que todos los caminos para sentirte bien deben ser respetados. Lo importante es no caer en dogmatismos ni creer en la fórmula mágica. Cada persona tiene su camino y José Carlos Ruiz te propone uno desde su posición de académico de la filosofía. En mi caso he hecho yoga, meditación zen, he ido a gimnasios, practicado la macrobiótica, el vegetarianismo etc Todo me ha aportado algo positivo en mi vida y todo lo recomiendo siempre con la apostilla de “no caer en las mitificaciones ni en los excesos que te lleven al sectarismo”. Soy profesor de filosofía y vamos a leer este libro durante el curso como una oportunidad de traer a su realidad cotidiana a los diferentes pensadores que menciona. Al mismo tiempo indicarte que la cultura occidental no es más que una continuación de la oriental, tamizada a través de Grecia y Roma, que fueron muy influenciadas. Un cordial saludo y muchas gracias por tu comentario

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    • @miriam

      ¡Hola, Pablo!
      Muchas gracias por tu comentario. Estoy también de acuerdo en que todos los caminos han de ser respetados, y que lo importante es no caer en los dogmatismos y no creer en fórmulas mágicas, como indicas.
      Desde mi perspectiva, me parece interesante la propuesta de José Carlos de tomar nuestra propia filosofía como método de comprensión de nuestros problemas cotidianos, o como herramienta para abordarlos.
      Lo que sí me ha sorprendido y me encantaría tener información al respecto es eso de que comentas de que “la cultura occidental no es más que una continuación de la oriental, tamizada a través de Grecia y Roma”. Al ser difícil determinar historiográficamente la evolución del pensamiento oriental siempre he pensado que no estaba tan claro qué cultura influyó a una u otra. Hasta donde yo sé existen teorías al respecto, hipótesis, pero no una constatación clara de que una empezó antes que la otra. Imagino que habría que remontarse a los protoindoeuropeos…
      En fin, solo estoy elucubrando, el caso es que me encantaría tener más información al respecto. ¡Muchas gracias por la aportación!

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