Manipura es la energía, la acción, el combustible. Es además el chakra que nos afirma como individuos. Comenzábamos en Muladhara, donde tomábamos forma como seres perteneciente a una especie: la humana; seguíamos hacia Swadhisthana, enlazado a nuestras relaciones más cercanas, y ahora damos un paso, cerramos el círculo para tomar consciencia de que somos individuos únicos e irrepetibles. Podrán haber miles de universos, de momentos, de historias, pero nunca habrá nadie que sea igual que nosotros. A continuación damos algunos datos más sobre Manipura Chakra. ¡Disfrutemos el Camino!
CARACTERÍSTICAS DE MANIPURA
Mani significa “joya” y pura significa “ciudad”. Por tanto, su nombre significa “ciudad de las Joyas. No es casualidad que se le denomine así, pues en Manipura reside nuestra luz, nuestro brillo, ese sol interior que alumbra nuestros pasos y todo nuestro ser.
Manipura se presenta como una flor de loto de color amarillo o dorado, en cuyo centro se vislumbra un triángulo con el vértice hacia abajo, y en cada lado del triángulo una cruz esvástica, símbolo milenario del sol, de la energía.
En su aspecto físico, podemos relacionarlo con el fuego interior; es decir, los procesos metabólicos de la digestión. En nuestro vientre tiene lugar la alquimila de la digestión: jugos gástricos capaces de destruir los alimentos para luego ser absorbidos. Tener presente esa zona en nuestro organismo, dolencias asociadas como úlceras, pueden darnos una idea de en qué estado encontramos a Manipura.
Manipura, como no podía ser de otro modo, se relaciona con el fuego, que alumbra, pero con el que debemos tener cuidado pues puede arder. De ese mismo modo, en nuestro plano mental y emocional, Manipura se relaciona con la energía, la acción que nos lleva al poder, a manifestarnos como individuos únicos. A alumbrar nuestro ser y que los demás seres perciban nuestra luz; pero también podemos quemar a los demás, o bien que nuestra luz se reduzca a simples rescoldos de una hoguera. La confianza en uno mismo, la seguridad en nosotros, la alegría, son estados de Manipura.
En el plano espiritual, Manipura ya nos dice “aquí estás, eres tú y no otro quien sigue el proceso del crecimiento espiritual”. Manipura nos sitúa como individuos espirituales cuya trascendencia solo depende de nosotros mismos. Tomamos consciencia de que debemos poner nuestra energía en la ascensión espiritual.
FUNCIONAMIENTO DE MANIPURA
De la forma en que funcione Manipura, tendremos unas características u otras.
Si su funcionamiento es excesivo, nos mostramos como personas altaneras, ególatras y egocéntricas. Solo pensamos en nuestro propio interés, sin tener en cuenta los intereses de los demás. Nos convertimos en el típico “trepa”, ávido de poder, a quien no le importa pisar a los demás en su camino. Somos capaces de ver nuestras virtudes, de exaltarlas, incluso de ver virtudes donde en realidad solo hay defectos, pero no tenemos capacidad de reconocer nuestras flaquezas, y las únicas que reconocemos son las que a nosotros nos gusta. Los demás están por debajo de nosotros, a un nivel inferior, y disfrutamos con ello…
Si su funcionamiento es deficitario, la baja autoestima hace mella en nosotros. No somos capaces de tomar la iniciativa, nuestra opinión no vale nada, no somos capaces de llevar a cabo ningún proyecto; cualquier persona, sea en el ámbito que sea, seguramente tenga razón y nosotros no. En el trabajo no pedimos ese ascenso que merecemos, porque pensamos que no tenemos derecho. Anteponemos a los demás antes que a nosotros, pero desde un plano de sumisión. Apocados y tímidos, escondemos la poca luz que aún nos queda.
Cuando Manipura despierta, la luz se hace en nosotros. El sol de nuestro centro comienza a brillar de una manera armónica. Entendemos que somos individuos únicos, maravillosos, pero que los demás también son únicos y maravillosos. Irradiamos luz, y somos capaces de transmitirla a otras personas. Nos planteamos proyectos y tenemos la energía para llevarlos a cabo. Y, sin embargo, nos presentamos como individuos muy tranquilos y sosegados: ahorramos energía, para emplearla toda cuando realmente es necesario.
TRABAJOS CON MANIPURA
Para equilibrar Manipura existen muchas técnicas. Aquí seleccionamos algunas sencillas y accesibles:
Toma de consciencia
En una postura cómoda y estable, con la espalda recta, el mentón recogido, y de manera que estemos cómodos, pero que no nos quedemos fácilmente dormidos, podemos con un dedo en el ombligo y otro dedo en la zona lumbar, apretar durante unos minutos sintiendo la presión en la zona. Soltar y sentir la sensación de ambos puntos, que durará unos minutos más. Entre ambos puntos busca el punto medio, dentro de ti, y ahí ´lleva tu concentración, mientras, mentalmente, repites el nombre de ese chakra: “Manipura”, “Manipura”, “Manipura”.
Canto del bijamantra
El bijamantra de Manipura es “RAM”. Sentándonos como en el punto anterior (postura cómoda y estable, espalda recta), llevando nuestra consciencia al lugar físico de Manipura, cantamos el bijamantra “RAM”, alargando la vocal y la M, tal que así “RAAAAAAAAAAMMMMMM”. En este caso, lo intentaríamos cantar bajo la nota musical “Mi”. También puedes hacerlo mentalmente.
Respiración en el chakra
Siguiendo las pautas anteriores para permanecer sentados, lo que haremos será inspirar y exhalar, visualizando un pequeño orificio situado en el ombligo, por el cual, al inspirar, el aire llega hasta la zona lumbar, y al exhalar, de la zon lumbar, hacia el ombligo.
Existen muchas más técnicas, como asanas, pranayamas, que podemos ir investigando, y de las que hablaremos más adelante.
¡Namasté!