En busca de la felicidad

Puede que uno de los sentimientos o experiencias a los que todo el mundo anhela sea el de la felicidad. Creo que todas las acciones que realizamos, buenas o malas, tienen como trasfondo la búsqueda de la felicidad (aunque en muchas ocasiones erremos la dirección y pensemos que ese daño que causamos a los demás o a nosotros tendrá como consecuencia ser un poco más felices cuando, en realidad, nos aleja de ella aún más). Y entonces nos planteamos cómo debemos alcanzar esa experiencia, ese estado del alma en el que nos sentimos en paz, satisfacción y plenitud con nosotros mismos y con todo el mundo; así pues, comenzamos a idear proyectos, a establecernos objetivos y metas cuya consecución nos llevará a ser, por fin, felices…

En busca de la felicidadY entonces planeas ese ansiado viaje a algún lugar recóndito del mundo, porque ahí estará la felicidad; te esfuerzas y trabajas duro para conseguir ese aumento de sueldo, o cambiar tu situación laboral, porque ahí estará la felicidad; buscas con ansia esa persona perfecta que llene tu soledad, porque ahí estará la felicidad; en definitiva, te planteas cualquier objetivo que cuando alcances, ahí estará la felicidad…

Pero la realidad es que cuando ves que cada uno de los objetivos se van cumpliendo y que la felicidad parece siempre estar un paso por delante empiezas a desalentarte y a pensar que la felicidad, en realidad, es solo una ilusión que nos hemos creado… que no existe.

Eso nos sucede porque no estamos en el presente. Porque eso que creemos que es felicidad, en realidad es solo una proyección mental. Siempre está allí, en el futuro. Como cuando ponían la zanahoria a un caballo para que siempre siguiera hacia delante y nunca la alcanzaría. Esa es nuestra felicidad.

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es un estado. No depende de ese viaje, de ese ascenso, de ese cambio, de ese objetivo cumplido. No depende de nada de eso. Es solo una actitud, un estado que eliges ahora mismo. No va a haber nada que te haga feliz que sea externo a ti. Nada en el mundo, pues, como te digo, es algo que ya está en ti…

Las flores manifiestan su felicidad exponiéndose al sol

No te hace falta viajar a grandes reinos, vivir en la opulencia, conocer a gente famosa… La felicidad puede estar más cerca de lo que crees, a la vuelta de la esquina. Puede estar en un hermoso domingo de aves, flores, caminatas y amigos perrunos… Puede estar en un mensaje, o en el agradecimiento de una buena acción… Puede estar en una canción que cantas, o en un pájaro que vuela y te sorprende…

La felicidad te está sucendiendo ahora. Es un aroma, un estado, ya está aquí.

Namasté.

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