Las facultades de la mente y sus dimensiones(Cf. Digambarananda, S., 2011).
Hemos dicho que Sugriva representa a nuestra mente (antah karana). Al igual que un mono, la mente a veces se nos torna inquieta y nos aleja de nuestros verdaderos objetivos introspectivos y/o espirituales. Teme, pone trabas, se torna perezosa. De igual modo, Sugriva actúa al principio con algunas de estas conductas, sin embargo, cuando aparece Rama, aparece el verdadero guía. En su aspecto de Ser externo, es capaz de hacer un acuerdo con el rey de los monos para encontrar a Sita.
Así, cuando somos nosotros quienes debemos comenzar nuestra senda espiritual, hemos de realizar un “pacto” con nuestra mente, para que nos ayude a adentrarnos en el descubrimiento de cuál es nuestra verdadera realidad. La mente, por tanto, nos actúa como un farolero que nos muestre algunos aspectos del camino para, más adelante, experimentar.
Pero, ¿qué aspectos podemos identificar en nuestra mente individual (antah Karana)
Las facultades de la mente
La mente individual se define como el instrumento de la conciencia del hombre, siendo un órgano sutil que nos ayuda a interpretar, clasificar, decidir, conocer todo lo referente a las experiencias pasadas, presentes y futuras.
La mente, a su vez, tiene cuatro facultades:
Buddhi: el intelecto
Esta facultad nos permite el conocimiento certero y directo, donde no existe la duda y en el que nuestro Ego ha quedado relegado a un segundo plano. La sabiduría, la discriminación, el desapasionamiento, la sinceridad, la humildad, la bondad, la pureza… son sus características. Pero si esta mente es influida por la falta de discernimiento y la ignorancia (de que existe algo más allá de la interpretación de nuestros sentidos) entonces aparecen la ansiedad, el orgullo, las bajas pasiones, o bien la confusión y los juicios erróneos.
Ahamkara: el ego
Más baja que Buddhi se encuentra Ahamkara, el aspecto mental egóico. Es el sentido del Yo, concebirnos como una persona particular, alguien concreto y separado del resto de la creación. En esta dimensión aparecen los deseos, las aversiones, los apegos y el sufrimiento, pero también la voluntad para evolucionar hacia aspectos superiores.
No obstante hay que puntualizar que existen tres tipos de egos: el sáttvico, el rajásico y el tamásico. Cuando el Ego es sáttvico, se convierte en una guía para que la Conciencia pueda alcanzar la realización, así pues, no es un concepto negativo, solo depende de cómo se enfoque y trabaje.
Manas: el pensamiento
Manas es la facultad que tenemos para pensar. En esta dimesión puede aparecer la duda y la volición. Se dedica simplemente a interpretar la información que viene de los sentidos, siendo ahamkara el aspecto que asume como propia dicha información, y buddhi el aspecto que desarrolla una actitud hacia dicha información.
Chitta: la memoria
Chitta es la memoria de nuestros estímulos y experiencias que quedan almacenadas y que van a ser como “archivos” que los otros aspectos van a poder recurrir.
Estas cuatro facultades de la mente forman el Antah Karana, y se interrelacionan entre sí, de manera que la una afecta a la otra.
El estado mental habitual
En nuestra vida, tenemos tendencia a encontrarnos con un estado rajásico, es decir, la mente se encuentra sobreactivada y va de aquí para allá (como un mono inquieto); o bien, puede aparecer como una mente tamásica, en la cual es la inercia la que nos gobierna, y el pensamiento y la sensación embotada nos embriaga.
A través del Yoga trabajamos para que todas se armonicen y se sintonicen con su aspecto sáttvico (puro), que nos permita encontrarnos con nuestra Luz Interior.
Las dimensiones de la mente
Son tres las dmiensiones de nuestra mente:
- El estado de vigilia o jagrat (dimensión consciente), en el que actuamos desde nuestra conciencia de cuando estamos activos y despiertos viviendo el día a día. Nuestros sentidos reciben estímulos que vamos interpretando a través de nuestras cuatro facultades vistas en el punto anterior.
- El estado de sueño con ensueños o swapna (dimensión subconsciente). En este estado los sentidos externos se desconectan y el Ser crea un mundo diferente llamado Sueños. Este mundo está formado por las impresiones adquiridas en el estado de jagrat. Este estado es tan real como en el de vigilia.
- El estado de sueño profundo o sushupti (dimensión inconsciente). En este estado la conciencia se retira del cuerpo causal (envoltura que aloja al Atman). No hay ninguna conciencia y se ignora la propia existencia e sus diferentes aspectos. En este etado se experimenta la bienaventuranza del Samadhi, pero no se es consciente de ello.
- El último estado es el de Turiya (dimensión trascendental) que supone la fusión entre el estado de jagrat y el de sushupti, es decir, alcanzamos el Samadhi de una manera consciente.
Así pues, nuestra mente va a tener un papel muy importante en nuestra liberación, pero todo va a depender de cómo conozcamos y sepamos manejar sus diferentes aspectos. Recuerda que en la filosofía oriental nos dicen que el mundo que nos rodea es solo una interpretación de nuestra mente, así pues, en nosotros está la posibilidad de modificar la mente y de alcanzar estados superiores de realización del ser.