Ejercicios ligeros de Yoga en la Cama

Movernos con amabilidad antes de dormir y también al despertar pueden ayudarnos a adentrarnos en un bello sueño o a afrontar un nuevo día desde la alegría y el bienestar.

Cada vez más, necesitamos conectar con nosotras, con nuestro cuerpo de una manera dulce, que invite a la reflexión, a las sensaciones, a la comunicación… Y para ello el movimiento suave, fluido, llevado con la respiración puede ayudarnos a conseguirlo. A esto se le conoce como flexercicio.

Cuando realizamos ejercicios de bajo impacto, como rutinas diarias suaves o caminar por agradables senderos, podemos sentir que disfrutamos y fluimos por la vida.

Recuperamos la sencillez. En esta ocasión, a través de esta práctica de yoga en la cama, que nos ayude a calmarnos y a tener un buen fin o principio del día.

Puedes integrar estos ejercicios en tu Rutina de Yoga para que formen parte de tu vida y de tu bienestar.

Flexercicios Aesthetic para antes de dormir

Nido de los vientos

Lleva tus rodillas al pecho y abrázalas mientras te meces suavemente.

El Puente

Coloca los pies en el suelo, separados a la anchura de las caderas. Inspira y eleva la pelvis hacia arriba; espira vas bajándola lentamente.

Variante: Lleva los brazos extendidos por detrás de la cabeza y realiza el mismo movimiento.

El nido de los vientos y el puente

Espirando, abraza tus piernas en el nido de los vientos; inspirando coloca los pies en el suelo, lleva los brazos hacia atrás y eleva la pelvis hacia arriba. Espirando vuelves a recoger tu cuerpo en el nido de los vientos. Observa que cuando termina la espiración ya te encuentras en nido viento y cuando terminas la inspiración ya te encuentras en el puente.

El cocodrilo

Con los pies en el suelo separados a la anchura de las caderas y los brazos en la postura de “candelabro”, o en cruz, o detrás de la cabeza; espira y deja caer las rodillas hacia la derecha y gira la cabeza hacia la izquierda; inspira, vuelve al centro; espira y deja caer las rodillas hacia la izquierda y gira la cabeza hacia la derecha. Y así continúas el movimiento.

La mariposa extendida

Coloca las plantas de los pies juntas, y acerca los pies hacia tu pubis; las rodillas caen hacia los lados. Extiende tus brazos por encima de la cabeza. Al inspirar observa cómo se abre todo el cuerpo; al espirar, cómo se suelta y se relaja.

El bastón palo estirado

Desde Shavâsana, entrelaza los dedos de las manos, extiende los brazos por encima de tu cabeza, junta los pies y desde el ombligo estira todo el cuerpo al inspirar y al espirar relaja todo el cuerpo.

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