Deja que tus ojos cerrados miren el entrecejo, el espacio que ves frente a ellos, llamado Chidakasha: ese telón negro que aparece cuando los cerramos. Observa las imágenes y los pensamientos que te van llegando, que tu mente esté delante del pensamiento significa que seas consciente de lo que sucede en ese espacio de tu mente.
Con la atención entre las cejas, deja que la mente esté delante del pensamiento. Que la forma se llene con esencia de la respiración hasta la coronilla y que allí se desborde como luz.
Observa que respiras y que, a medida que respiras, todas esas imágenes, todas esas formas -pues el pensamiento es materia sutil- comienzan a ser invadidos por tu respiración tranquila, natural y serena. Observa como la respiración inunda tu coronilla, que alcanza e ilumina cuando la mente se detiene.
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