El viaje con Vishvamitra

Cuando has tomado la decisión de iniciar tu camino espiritual, has de prepararte para ello. Has estado viviendo en una especie de inopia, de ciudad fabulosa, en la que nada malo ocurría, donde eras feliz, donde todo era conocido por ti y donde te sentías seguro y ahora vas a emprender un largo y duro viaje.

Para ello es necesario que cuentes con todas las armas espirituales, las enseñanzas y conocimientos que te van a ayudar a alcanzar la victoria. Es imprescindible, por tanto, salir de tu zona de confort, recibir las sagradas enseñanzas de los maestros que se presentan en la vida y vencer los primeros obstáculos con los que te vas a enfrentar: el apego, la ignorancia y la ilusión.

La leyenda

La llegada del sabio Vishvamitra

Rama y sus hermanos vivían felices en su palacio, lejos de los peligros del mundo exterior. Pero un día hizo aparición en el reino el sabio Vishvamitra que solicitó a Dasaratha que le dejara llevar consigo a sus dos hijos Râma y Lakshmana con él para así matar a unos peligrosos demonios que llevaban mucho tiempo atormentando a los ascetas del ashram que regentaba, impidiéndoles llevar a cabo sus rituales.

Dasaratha no quería ni oír hablar de ello, pues en modo alguno se le ocurriría poner en peligro la vida de sus hijos, sin embargo, Visvhamitra le recordó la obligación que tenía de ofrecer protección a los sabios y ascetas y que, de otro modo, su ira se cerniría sobre él. El gran sabio de la corte, Vasishta, intercedió por el rey y lo tranquilizó asegurándole que Vishvamitra era un poderoso sabio que protegería a sus hijos. Apenado, Dasaratha cedió a la petición.

Rama, Lakshmana y Vishvamitra comenzaron entonces su viaje hacia el ashram, durante el cual tendrían que cruzar el río Ganges y el Sarayu. Al llegar al ashram, Vishvamitra les explica que han de enfrentarse a los rakshasas Subaru y Maricâ y a la rakshasi Tataka, ya que constantemente los atormentan en sus rituales y solo ellos podían acabar con aquéllos.

Rama y Lakshmana reciben armas divinas mediante las cuales vencen a los demonios, liberando así al ashram de sus tormentos. Además, conocen a otros sabios que los instruyen en el uso de las armas y en una vida bien guiada por el dharma.

Simbolismo y significado

Salida de la zona de confort

La zona de confort es ese ámbito en el que nos movemos en nuestro día a día, que conocemos y manejamos perfectamente. Puede ser causante de estados de “ansiedad neutral” (nos agobia nuestro trabajo, la relación que tenemos no nos satisface, no nos atrevemos a realizar algo diferente por miedo a qué pueda pasar…), sin embargo, de algún modo nos hace sentir cómodos, ya que lo tenemos todo más o menos controlado y así evitamos cualquier riesgo que pueda aparecer.

Rama y Lakshmana vivían en Ayodhya, una ciudad ideal, donde todos sus habitantes son felices, reina la paz y la armonía. Una especie de paraíso o de inopia. Sin embargo, cumplir con su destino, con el dharma, implica que ambos deban dejar su zona de confort para comenzar el sendero espiritual.

Al igual que ellos dos, en la vida aparecen distintas situaciones que nos hacen replantearnos en qué punto nos encontramos, y que nos llevan a continuar con nuestro camino de crecimiento personal y/o espiritual.

Salir de la zona de confort significa tomar la decisión de dejar atrás todo lo que es seguro y conocido para adentrarnos en el mundo de la incertidumbre y del miedo. Sin embargo, esta es la única manera de poder seguir adelante y de continuar.

Los primeros obstáculos son los más difíciles de vencer, sin embargo, serán los que nos provean de todas las armas necesarias para los siguientes. Es por ello que Vishvamitra decide llevar consigo a Rama y Lakshmana. Él mismo podría vencer a todos los demonios que atormentan su ashram, sin embargo, sabe que ha de cumplir el Dharma que les ha sido asignados, y que han de recibir la iniciación en las armas que después los ayudarán a vencer los obstáculos y al propio Râvana.

Principios de la Filosofía y del Yoga

Los primeros obstáculos del Yoga

Los cinco primeros obstáculos o kleshas que en el camino de la Realización del ser tienen lugar son la ignorancia (avidya), el apego (raga), el ego (asmita), la aversión (devasa), y el miedo a la muerte (Abhinivesah).

Avidya, la ignorancia

 

I.27. Ni la enfermedad, ni el veneno, ni la adversidad, ni ninguna otra cosa del mundo causa más sufrimiento a los hombres que la estupidez engendrada en sus cuerpos”.

Yoga Vashista Sara

 

II.5. La ignorancia esencial considera permanente, puro, placentero y real lo que es perecedero, impuro, doloroso e irreal.”

Yoga Sutras

La ignorancia es el peor de los obstáculos en el sendero del yoga. Pues cuando ignoramos que existe otra realidad más allá de la percepción de nuestra mente, entonces nos es imposible avanzar en nuestro crecimiento interior.

Todo el Universo está interpretado por nuestros sentidos y por nuestra mente. En realidad, lo que llamamos “realidad” es algo subjetivo en cada uno de nosotros. Darse cuenta de ello forma parte del primer gran paso que hemos de dar para continuar en nuestro sendero de realización.

 Maya, el velo de la ilusión

II.15. Este mundo, aunque irreal, parece existir y es la causa del sufrimiento de toda una vida para la persona ignorante, igual que un fantasma [no existente es causa de temor] para un niño.

Yoga Vashista Sara

 

Maya es el mundo de lo ilusorio que nos hace percibirnos en una constante dualidad. En la filosofía Advaita, cada uno de los seres del universo, son manifestaciones de Brahma. Nuestra mente nos lleva a percibirnos diferentes al resto, desconectados.

Cuando nuestra conciencia despierta, somos capaces de experimentar la verdadera realidad, la conexión, la unión con el todo.

Maya vendría a representar la parte “Universal” de Avidya, que se asocia más con el atman.

Raga y Devasa, el apego y la aversión

II. 7. El deseo es el fundamento de las experiencias placenteras.

II. 8. El rechazo es el fundamento de las experiencias dolorosas.

Yoga sutras

Cuando nos apegamos a los objetos del mundo de los sentidos, a las experiencias en nuestra vida, a los placeres y el disfrute sensorial; o bien cuando rechazamos al mundo, cuando aborrecemos lo que los sentidos nos proporcionan, cuando nos lamentamos de nuestro sufrimiento y dolor, vivimos como en una marejada de vaivenes, en la que en un momento estoy en la ola del éxito y al instante siguiente estamos en lo más profundo de la ola, lamentándonos… Dejamos, pues, de ver la realidad tal cual es, para sumergirnos en el mundo de los apegos y las aversiones.

Comprender que esta no es la realidad, que tanto el placer como la aversión son pasajeras, significa comenzar a descubrir y adentrarnos de cuál es la verdadera realidad y en qué lugar se encuentra nuestra verdadera dicha.

Asmita, el ego

II. 6. Egoísmo es la identificación del que ve con el instrumento de la visión.

Yoga Sutras

El ego es aquel que nos hace identificarnos con aspectos del ser que son volubles, circunstanciales, que pueden ser modificados y que nos lleva a una mente más dual aún. Pensar que somos nuestra personalidad, nuestros defectos y virtudes, como última realidad. Identificarnos con los pensamientos, con las experiencias, con las emociones y las acciones nos lleva a ignorar nuestra verdadera esencia.

Abhinivesah, el apego a la vida

II. 9. El instinto de supervivencia, por su propia naturaleza fluida, arraiga incluso en el sabio.

O el miedo a la muerte. En muchas ocasiones nuestra falta de coraje viene dada por nuestro apego a la vida, y entonces nuestra vida se limita,pero no comprendemos que la vida -según la filosofía hindú- no es más que una sucesión de nuevas encarnaciones y que nada termina con ella. Cuando comprendemos que la vida va más allá de nuestra experiencia mundana, dejamos de temer. Muchos de nuestros miedos irracionales vienen dados por una sensación de muerte -aunque no sea real-. Al liberarte del miedo a la muerte, tomas la vida en cada instante, disfrutas de cada momento, y el sufrimiento y el dolor se alejan de nuestra existencia.

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *