El momento culminante del embarazo se encuentra en el proceso del parto. Es un momento de dudas e incertidumbres para la madre, así como de mucha tensión, por lo que es normal que cause cierta inseguridad y temor. La práctica del Yoga así como de las técnicas de pranayama, en las que principalmente usamos la respiración para desarrollarla pueden servir de gran soporte y ayuda para ese momento crucial, donde nuestra respiración será la gran protagonista del momento. En este post he incluido algunas técnicas de Pranayama que puedan ayudarte a afrontar ese proceso de crisis en tu ser.
El Pranayama durante el embarazo
Una de las cosas que más pueden ayudarnos a tener un buen parto es el control de la respiración.
Existen muchas opiniones al respecto de la respiración que tenemos que llevar a cabo durante este proceso. Algunas autoras y autores nos aconsejan que llevemos una respiración cómoda, profunda y tranquila y que nos dejemos llevar por la intuición de nuestro cuerpo. Otros autores nos dan indicaciones más concretas sobre qué tipos de respiración podremos llevar en cada momento
Lo cierto es que cada mujer es diferente, y reacciona de manera diferente. Una práctica previa de Yoga nos va a ayudar a ser más conscientes de este momento, y a poder gestionar de un mejor modo el proceso. Enseñar al cuerpo y a la mente a hilarse a través de la respiración nos va a permitir que en esos momentos en los que todo nuestro ser se prepara para dar a luz, el cuerpo, la mente y la respiración tengan la sabiduría y la confianza suficientes para poder trabajar en pro de nuestro propio beneficio.
Así, el pranayama se convierte en algo esencial que podemos ir aprendiendo a manejar y a controlar a lo largo de los meses de embarazo. A continuación tienes descritos los principales pranayamas que pueden serte útiles para ese momento del parto.
Las fases del parto
En el proceso del parto podemos diferenciar tres fases en el parto.
Fase de contracciones
Esta primera fase se caracteriza por la presencia cada vez más intensa de contracciones. El cuerpo se prepara para abrirse al nacimiento. La glándula pituitaria comienza a segregar la hormona Pitocina, que provocará el rompimiento de la bolsa de líquido amniótico que protege al bebé. Comenzarán entonces las contracciones, que puede durar entre dos horas y cuarenta y ocho horas, dependiendo del tamaño y posición del bebé, del tamaño del área pélvica de la madre y del comportamiento del útero.
En esta fase el útero comenzará a retraerse. A medida que se abre (retracción), las contracciones serán más fuertes y frecuente hasta que el cuello esté totalmente dilatado. Cuando alcanza aproximadamente los diez centímetros, la cabeza del bebé podrá acomodarse en él.
Esta es la fase más dolorosa y suele acompañarse de calambres, dolor de espalda, nauseas, temblor, irritabilidad, miedo, etc.
Fase de alumbramiento
En esta etapa aparecerá un fuerte deseo de empujar para expulsar al bebé del cuerpo, sin embargo, debe contenerse el deseo hasta que el cérvix se encuentre completamente dilatado. Es en ese momento cuando podremos entregarnos al deseo de empujar.
Fase de expulsión de la placenta
En esta etapa es cuando la placenta también es expulsada del cuerpo, habiéndose completado entonces el nacimiento.
En cada una de estas fases podemos aplicar diferentes técnicas respiratorias sustraídas del Pranayama, destacando así el aspecto revitalizador y relajante que las técnicas tienen, así como a armonizar la respiración con las sensaciones y movimientos del cuerpo y poder aclarar la mente.
Aplicación de Pranayama en las fases del parto
La respiración yóguica profunda
La respiración yóguica profunda va a ayudarnos a tener una mejor conciencia de nuestra capacidad pulmonar y nos va a invitar a adentrarnos en un estado de relajación y sosiego, que será de gran ayuda cuando comiencen las contracciones.
La respiración profunda consiste en relajarte y dirigir el aire hacia el ombligo, después hacia las costillas y, por último, hacia la zona alta clavicular. Es importante que te mantengas lo más relajada posible para que puedas sentir tu vientre pueda hincharse. Si estás demasiado tensa, tu abdomen se endurecerá y la respiración yóguica profunda no será posible. Así pues, relájate, coloca una mano en tu vientre y siente que el aire va hacia el ombligo y lo infla.
La respiración del fuelle (bhastrika)
[Esta respiración se realiza con una ligera variante, ya que emplearemos la boca para realizarla durante el proceso del parto, sin embargo, durante los meses previos podemos aprender su funcionamiento.]
La respiración del fuelle realmente se produce de manera natural en nosotros. Cuando nuestro cuerpo nos señala algún dolor intenso (seguro que aquellas mujeres con menstruaciones dolorosas sabrán de lo que hablo) tendemos a realizar respiraciones cortas y rápidas.
Así pues, bhastrika consiste en inspirar y exhalar de manera continua, rítmica y rápida. Para ello, exhalaremos el aire y en la siguiente inspiración tomaremos solo la mitad de nuestra capacidad pulmonar, para que así la inspiración y la exhalación sean cómodas y evitemos malestar como una hiperventilación.
Hay dos momentos en los que se realiza esta respiración: en la primera fase del embarazo, cuando comienzan las contracciones y a dilatarse el cuello del útero y en la segunda fase del parto, donde se harán de manera continua para ayudarnos a dar a luz al bebé.
Al finalizar la primera fase del parto es importante que aguantemos en momentos determinados el deseo de empujar, aunque la necesidad sea casi irremediable, pues de otro modo podemos correr el riesgo de desgarrarnos o causar estrés al bebé. Aquí la respiración del fuelle nos ayudará a llevar nuestra conciencia a la parte superior de nuestro pecho y a poder retener el deseo de apretar en el momento no indicado, así como relajar el suelo pélvico.
Una vez que ya se ha “borrado” el cuello del útero, ahora es el momento de apretar. Tu cuerpo es sabio y tras el esfuerzo tenderá a respirar de manera natural y espontánea en el fuelle… Si has practicado la respiración será un proceso más llevadero y fácil.
Retención con pulmones vacíos
La retención con pulmones vacíos se produce en la segunda fase del parto, cuando debemos ayudar a nuestro bebé a nacer por medio de la fuerza que empleemos con todo nuestro vientre. La retención de la respiración con pulmones vacíos nos llevará a que podamos presionar con nuestros músculos abdominales y nuestro diafragma para la expulsión del bebé. Así pues, cuanto mayor capacidad de retención tengamos y más dominio de la misma, de manera más efectiva trabajará nuestro cuerpo.
Conclusiones
Algo importante que debemos tener en cuenta es que cuando se acerque el momento del parto, sobre todo para las madres primeriza, será un momento de incertidumbre y tensión, y puedes pensar que quizás no recuerdes todo lo aprendido de las técnicas. Es por ello que es recomendable que nos acompañe alguien que nos guíe durante el proceso y que nos vaya dando las instrucciones necesarias para respirar y relajarnos.
No obstante, estas técnicas ensayadas diariamente y de forma previa nos ayudarán a que en el momento del parto puedan suceder automáticamente.
Por último, recuerda que todo este proceso te va a llevar a una nueva transformación de todo el ser. Mantenerte consciente y activa durante todo el proceso culminará con la apertura a una nueva realidad, así como la oruga rompe la crisálida ya metamorfoseada en una hermosa mariposa. Dará pues el comienzo a una nueva vida para tu bebé y también para ti. ¡Disfrútala!