Shavasana es la postura del cadáver. Al igual que un cuerpo inerte, en esta posición se busca la absoluta inmovilidad tanto el cuerpo como en el pensamiento. Y lograr alcanzar dicho estado requiere una gran práctica. Es por ello que, en su aparente sencillez, es, con mucho, la asana más avanzada y complicada de ejecutar. Pero aquí, sobre todo, vamos a describirla como una asana básica y reconstituyente mediante la cual las energías van apaciguándose tras la práctica y nos invita a una atención plena y consciente.
Nombre en sánscrito:
शवासन
Transliteración:
śavāsana/ Shavasana o Savasana.
Traducción:
Postura del cadáver.
Clasificación:
Postura básica. Postura de relajación. Postura avanzada.
Nivel: Básico o muy avanzado.

¿Cómo se realiza Shavâsana?
Esta asana, necesariamente, se realiza tumbados en el suelo sobre la espalda, es decir, en posición supina. Podemos utilizar puntos de apoyo para alcanzar una mayor comodidad, aunque se recomienda que poco a poco vayan abandonándose dichos puntos, para su completa ejecución. Siempre, claro está, bajo supervisión médica en caso de dolencias importantes.
- Túmbate en una posición supina (con la espalda en contacto con la tierra).
- Mantén los pies ligeramente separados (a la anchura de las caderas) y los brazos ligeramente separados del cuerpo con las palmas de las manos dirigidas hacia arriba.
- La cabeza debe estar en contacto con el suelo, puedes utilizar mantas y similar en caso de que te sientas incómoda.
Puntos claves
Los puntos a tener en cuenta son los relacionados con la columna vertebral, ya que las deformaciones de la misma pueden alertarnos acerca de la correcta ejecución de la postura.
Observa que toda la columna esté en contacto con la tierra. EN caso de que notes que, por ejemplo, la zona lumbar no queda en contacto, o la zona cervical tampoco, emplea mantas enrolladas debajo de las rodillas (para la zona lumbar) y debajo de la cabeza (para la zona cervical)
Lo que transmite, lo que significa
Shavasana es la posición del cadáver o muerto: a diferencia del recorrido de asanas que hemos llevado durante la sesión, Shavasana nos invita al descanso, a la inactividad, a lo contrario que hemos ido practicando. Pero ocurre algo curioso, de repente, nos encontramos que a pesar de estar completamente inactivos, dentro de nosotros se desata un huracán de movimiento. Tu cuerpo comienza a hacer pequeños ajustes, quizás algún miembro se mueva inconscientemente -producto de la tensión acumulada-, o quizás se mantenga sereno, pero tu mente empiece a divagar y a moverse de un pensamiento a otro.
Conseguir la absoluta inmovilidad del cuerpo, de la mente y de la energía es un proceso difícil, que puede requerir incluso muchos años de práctica. Mientras tanto, el cadáver, va a ser esa asana que te reconforte. Como cada ciclo en la vida, tenemos el periodo de actividad, y luego el periodo de descanso, de abandonarlo todo, para simplemente existir.
El culmen de esta asana, es simplemente observar de una forma absolutamente pasiva en cuerpo, mente y espíritu lo que pasa en la vida. Es s dejar que todo sea tal cual es, mantenerte como un observador pasivo de ti mismo y de tu respiración, sin intervenir, sin juzgar, sin valorar… Solo siendo.
Los beneficios que aporta
Poco a poco, a medida que continuamos ejecutando Shavasana, nuestro cuerpo lleno de tensiones se va aligerando. Para mí es una satisfacción ver cómo muchas personas que acuden a las clases llenas de tensión, se sorprenden porque simplemente con la ejecución de esta asana, y liberando su cuerpo, se encuentran con que las tensiones han desaparecido.
Al igual que realizamos una actividad, es importante dedicarnos unos minutos al descanso. Esto va a significar que tu mente se despejará, estará más preparada para abordar nuevos retos, para seguir creciendo y avanzando. Del mismo modo, tu cuerpo necesita ese descanso para eliminar las tensiones. Y cuando te liberas de las tensiones del cuerpo y de la mente, y consigues un estado de relajación, es como si te dieras una buena ducha después de un duro día de trabajo, y con el agua que te cae, van yéndose todo el sudor y la suciedad, y tu piel y tu aspecto lucen relucientes, limpios y confortables.
Posibles contraindicaciones
Para Shavasana no existen contraindicaciones específicas. Obviamente, siempre os lo digo: en caso de cualquier duda o dolencia importante, preguntad a vuestro médico y que os asesore. En cualquier caso, para problemas de columna, respiratorios o de diversa índole, se pueden usar puntos de apoyo.
Huelga decir que en los meses más avanzados de embarazo, puede resultar bastante incómoda ejecutar la asana, por lo que habría que dejarla para más adelante.
¡Namasté!
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