Hay días en los al despertar nos sentimos sin energía, apagados. Acabamos de salir de un sueño que debería haber sido reparador, pero nos sentimos cansados y con sueño.
Son muchos los motivos que nos pueden llevar a sentirnos así. Puede ser que estemos pasando por un periodo depresivo, que padezcamos insomnio, tensión nerviosa… Quizás sea producido por una anemia, o por diabetes…Quizás por la falta de ejercicio saludable, por una mala circulación, por estreñimiento… Los motivos son muchos y muy variados por los que sentir fatiga y cansancio.
En este nuevo artículo, vamos a intentar establecer algunas orientaciones y pautas para conseguir empezar el día con más energía y para evitar caer en esos estados soporíferos que tanto nos limita en nuestro día a día. Tomando algunas propuestas de maestros como Gabriella al-Chamali, Yogi Ramacharaka o Swami Satyananda entre otros, vamos a dar algunas pautas y ejercicios para que empieces tu día lleno de energía y buenas vibras!
¿Por qué siento cansancio?
Muchas personas pueden llegar a sentir debilidad en el cuerpo y mucho sueño, o incluso un cansancio extremo al despertar. Puede ser por diferentes motivos. Se trata de una sensación en la que sientes aplomo, fatiga, te cuesta activarte… En yoga lo llamamos estado «tamásico» (de tamas, la inercia).
Si es un problema que se mantiene en el tiempo, deberemos hacer balance de nuestra situación y estado actual y, por supuesto, acudir al médico o especialista para descartar problemas de salud, o bien para conocerlos y poner remedio.
También te aconsejo que consultes con un psicólogo si ha habido alguna situación en tu vida que pueda haber desencadenado estas sensaciones que estás viviendo. Alguna circunstancia que emocionalmente te haya afectado, algún acontecimiento que no sabes cómo gestionar, todo ello te puede llevar a un cansancio emocional.
Y, por supuesto, también cuestionar tus hábitos, higiene y costumbres, por ejemplo, una vida con un ritmo desorganizado, falta de objetivos y metas, pueden llevar a desarrollar esa sensación de cansancio.
¿Cómo volver a tener energía?
Todo el mundo, con independencia de cuál sea el origen de ese cansancio, debemos cumplir con unos hábitos higiénicos en nuestro día a día. Y no solo me refiero con ello –que también- al ducharnos todos los días y lavarnos los dientes; sino a costumbres que vamos perdiendo u olvidando. Por ejemplo, la de estirarse por las mañanas.
- Estirarse tras despertar es una costumbre tan natural pero que la mayoría hemos acabado perdiendo con el tiempo ¿Te acuerdas de cuando eras pequeño y antes de levantarte de la cama estirabas con tanta intensidad tu cuerpo que casi te quedabas sin oxígeno y luego lo soltabas todo de una sola vez? ¡Qué a gusto! ¿Verdad? Y fíjate ahora… lo único que estiras, y mal, es la mano para apagar el despertador y levantarte corriendo para que no se te haga tarde.
Observa hasta qué punto nuestras costumbres antinaturales nos ha afectado a nuestra vida. Presta atención a un animal: un perro, un gato, un pájaro… cual sea. Observa que cada poco tiempo se está estirando. Un gato es el claro ejemplo, cada dos por tres se estira y se estira. Es lo natural, desperezarse. ¿Y tú? ¿Cuántas veces te has desperezado hoy? No te sorprendas si tu respuesta es una o ninguna…
Del mismo modo que perdemos este hábito higiénico, muchos otros, también vamos olvidándolos. Nuestra mente ocupada nos quita la conciencia del cuerpo, que es quien demanda todos estos hábitos.
El comienzo podríamos resumirlo en cuatro palabras: “Vuelve a lo natural”. Sí, así de fácil. Vuelve a la naturaleza, y tendrás todo lo que necesitas. Y volver a esa naturaleza comenzaría por:
- Toma alimentos naturales y sencillos. Evita el consumo de platos prefabricados, envasados, conservas. Incrementa en tu dieta la cantidad de hortalizas, verduras, frutas, legumbres, arroces, frutos secos. Haz varias comidas al día e intenta seguir un horario.
- Hidrátate. Toma suficientes líquidos a través de las bebidas y de los alimentos.
- Mantén un horario saludable. Establece una hora para irte a dormir, y una hora para despertarte, y respétalo siempre. Esto te ayudará a tener un ritmo higiénico de vida.
- Haz algo de actividad física. Mueve tu cuerpo. Puedes practicar yoga, pasear por el parque, ¡o practicar hatha yoga y pasear por el parque!
- Conecta con la naturaleza. Si hay algún entorno natural cerca, pasea por ahí. O bien, por algún parque.
- Simplifica tu vida. Sé ordenado. Haz tu cama, mantén tu ambiente limpio. Utiliza una agenda para organizarte. Hoy día tienes muchas alternativas. Propóntelo e inténtalo. Es muy importante el orden en nuestra vida para poder ser más felices.
Parece increíble pero estas sencillas pautas son la llave maestra que nos abre las puertas para el cambio.
Partiendo de esa gran base, quizás aún nuestra mente, tan desconfiada, necesite un empuje más. Para ello, te propongo algunos hábitos más que puede que te ayuden a estar radiante de energía.
Encuentra un propósito, una motivación
La falta de metas en nuestra vida nos lleva a no tener ganas de empezar el día. Te sumerges en un estado donde todo te pesa y te cuesta. Los días son monótonos, son iguales: sin cambios, sin trascendencia. Hemos perdido la ilusión por empezar algo. El trabajo que tenemos no nos llena; el desempleo nos come por dentro…
No te dejes arrastrar por la desidia y por las circunstancias. Busca. Motívate. Establece un propósito de vida. Quizás sea el momento de empezar a practicar Yoga; quizás quieras escribir ese libro; quizás sea hora de ponerse en forma o de comenzar la dieta… Hay tantas cosas que puedes hacer… Pero busca algo que de verdad te motive. No tengas miedo. Si ahora no encuentras nada porque estés en un estado de ánimo decaído o depresivo, intenta pensar en tercera persona.
Es decir, imagina que tú eres un observador de ti mismo, como si te vieras desde una película, pues bien, intenta delimitar desde este punto de vista de observador, ¿qué podría gustarle a la persona que observas? (de la cual lo conoces absolutamente todo, porque eres tú mismo); quizás así puedas elegir alguna actividad que te venga bien.
Y ya, con tu nueva motivación, ¡comenzamos a levantarnos!
Comienza el día con un pensamiento positivo
Sencillo. Ya te has estirado, pues ahora hay que comenzar con un pensamiento positivo. “Soy sana, soy feliz, soy maravillosa”, “Soy paz”, “Tengo confianza y seguridad en mí mismo”… ¿Qué mejor manera de comenzar el día que recordándote todo lo maravilloso que hay en ti? Las acciones provienen de nuestro pensamiento. El origen de todo comienza con algo que pensamos. Empecemos el día con un pensamiento feliz.
Y después del pensamiento feliz, ¡una GRAN RESPIRACIÓN!
Adopta la actitud con tu cuerpo
Se ha demostrado que nuestro cuerpo, los gestos y la expresión influyen en nuestro cerebro. Una actitud abierta, por ejemplo en Tadasana, donde tienes el cuerpo recto, el corazón resplandeciente, la cabeza alineada… te permite adoptar una actitud mental acorde con la postura. Del mismo modo, hacer la mueca de la sonrisa en tu rostro, te transmitirá una actitud positiva. Así pues, camina por tu vida y actúa como alguien que de verdad se siente tranquilo, en calma y con energía, para que así puedas cultivarla en ti.
Para el insomnio, la meditación
Una vez, leyendo una de las obras de Osho, contaba que su padre padecía de insomnio. Noches y noches sin dormir, y su frustración era grande. Así que fue a consultar con su hijo, a ver qué solución podía darle.
Este le sugirió que, en esas horas de la noche, ¿por qué no se iniciaba en la meditación? Con la edad, la necesidad de sueño se va reduciendo, es normal que durmamos menos horas que cuando éramos más jóvenes. Lo importante, es que el sueño sea descansado.
No sólo a través del dormir se puede descansar. De hecho, uno de los fenómenos de la meditación es que necesitarás dormir mucho menos y, por contra, te levantarás con mucha más energía.
Así mismo, aun no padeciendo insomnio, enseguida notarás cómo al despertar, duermas las horas que duermas, la sensación de descanso y, por ende, de mayor energía se multiplica.
Aquí abajo te dejo un vídeo con una meditación guiada.
PRACTICA DE YOGA PARA LA FATIGA Y EL CANSANCIO
A continuación te dejo algunas técnicas de yoga que pueden ayudarte a superar esa sensación de cansancio y falta de energía. Recuerda que estas técnicas pueden ayudarte, pero no son un tratamiento en sí mismas, en caso de que hubiera algún problema de salud.
El saludo tibetano
Al despertar, practica este sencillo saludo, en el que conectas con tu respiración. Es el saludo tibetano, o saludo a los cuatro puntos cardinales. En este caso, tienes esta sencilla versión que puedes implementar en tu rutina diaria y que te llenará de energía, ya que ayuda a oxigenar tu cuerpo.
El saludo al sol
¿Tienes un poco mas de tiempo y quieres dedicarle unos minutos más a activarte por las mañanas? Pues entonces puedes realizar el Saludo al Sol. Una serie de movimientos concatenados que nos ayudarán a reequilibrarnos energéticamente. Es importante que lo acompañes de la respiración. En este vídeo te enseño cómo hacerlo. Puedes hacer 1, 2,3 e incluso 12 vueltas al saludo, pero no te olvides de descansar. Aquí te dejo un vídeo donde explico cómo se hace.
Ábrete a la vida con una buena extensión
Las extensiones nos ayudan a abrir nuestro cuerpo, nuestro corazón y, en general, a la vida. Nos insuflan de energía y cambian nuestro estado mental… ¡Son maravillosas! Hacer una extensión consiste en crear amplitud en tu zona anterior del cuerpo arqueando la columna. Hay muchas extensiones que puedes realizar.
Torsiones sencillas
También puedes realizar torsiones sencillas. Se pueden realizar de pie, sentados o tumbados. Yo te recomiendo que si quieres activarte, las realices mientras estás sentado, porque son más sencillas, más accesibles y seguro que te ayudan a restaurar tu energía. Bharadvajâsana puede ser una buena opción
Calma tu mente con la flexión
Las flexiones nos permiten calmar nuestra mente, nos ayuda a vaciarla de pensamientos, de ese runrún que para muchas personas no termina. Al sentir esa calma, ese vacío, es más sencillo que una actitud diferente y una renovada energía nos insufle y nos permita avanzar en el día a día. Prasaritta Padottanâsana es una excepcional postura que nos permite vaciar la mente y que, además, al ser postura de pie, nos da energía.
Pon una invertida en tu vida
Y tras nuestras torsiones sencillas, ¡la invertida sin duda nos recargará completamente las baterías! Puedes hacer Viparita Karani Asana, que es de las más reconstituyentes y muy confortable además de accesible. Puedes usar algo debajo de tus caderas, que te ayude a levantarlas, y usar una pared donde apoyar las piernas. Cuando termines la invertida, puedes hacer mariposa extendida con los brazos estirados por detrás de la cabeza.
Relajación en Shavâsana
Descansa en Shavasana. Es el momento de sentir tu energía circulando por tu cuerpo. Aquí puedes realizar respiraciones completas, pero también puedes realizar la siguiente visualización:
En una postura cómoda, sentada o tumbada, con los ojos de tu mente, y con la atención en tu respiración, visualiza tu respiración entrando y saliendo a través de tu ombligo. Inspiras, y el aire entra por ahí, espiras, y el aire sale por ahí. En ese centro, se encuentra Manipura Chakra, cuyo nombre significa “la ciudad de las Joyas”. Ahí reside nuestro sol interno. Obsérvalo. Mira cómo es: su color, sus rayos, su calor, su tamaño, su forma… siente su calor… Cuando inspiras, ese sol se llena de energía, y cuando exhalas, sus rayos alcanzan cada parte de nuestro cuerpo, llegan a la mente, al corazón e incluso se expanden fuera de nosotros, llenándonos de energía y dándole energía a quienes nos rodean.
En fin, estas son algunas de las técnicas y consejos que pienso que pueden ayudarte a recargar tus pilas por las mañanas. Existen muchas más, simplemente he elegido algunas que a mí me han funcionado, y que quería compartir con todos vosotros. Si tienes interés en seguir practicando yoga, pásate por la Escuela de Yoga y echa un vistazo a los cursos. También puedes preguntarme lo que quieras a través de mis redes sociales y mi correo electrónico, que yo encantada de atenderte.
Espero que hayas disfrutado de este artículo y que te haya servido. ¡Gracias por leerme!
¡Namasté!